Por eso la Dax está de vuelta. Nacida a finales de los 60, todas las cosas que la hicieron tan buena en aquel entonces (tamaño pequeño, motor fácil de usar y dirección liviana) la hacen aún más agradable en la actualidad. Hemos añadido más potencia, un chasis, una suspensión y unos frenos mejorados, pero su esencia sigue siendo la misma: Dax y relax, pilotar es divertido.