Jorge Lorenzo no había pisado el podio en las tres primeras carreras. Pero en Jerez, el de Yamaha arrosó desde el principio de la carrera, con un ritmo imposible y sin ningún tipo de apuro.
Marquez ha sido segundo y Rossi tercero en una prueba dónde no ha habido adelantamientos en cabeza.
Decidió guiarse por su propio instinto y confiar en su talento. Así ha sido como ha ganado en Jerez, ccon el estilo que le hizo campeón.
Lorenzo sacó partido desde el minuto uno. Hizo una carrera perfecta, salida desde la pole, primero en la primera curva, primero en la primera vuelta, un segundo de ventaja después de seis giros, cuatro alcanzado la mitad de la prueba, y una última vuelta en la que alzo el brazo izquierdo durante unos segundos para saludar a la afición.
Respecto a Márquez, que intentó seguirle desde el comienzo de la carrera, lo fue perdiendo de vista, su merito no fué menor. Fué operado de una fractura en el meñique el sábado anterior y aún así, pudo acercarse bastante a los tiempos de Lorenzo e imponerse a Rossi.
El italiano, por su parte, no obró una nueva hazaña en el circuito español de Jerez, no se sintió cómodo y fue el neumático delantero el que empezó a complicarle la vida para finalmente renunciar a un duelo final con Márquez como el de Argentina. Eso sí, son ya 200 podium en el Mundial, más que nadie, incluso más, de los que tiene Giacomo Agostini, 159.